

En la cadena de abastecimiento, el traslado de productos es uno de los procesos con mayor vulnerabilidad de pérdida por ser uno de los más riesgosos en cuanto a seguridad, en cualquier operación logística.
A través de los años, se han desarrollado innumerables métodos y/o técnicas de control, para asegurar la integridad de entrega de los productos o envíos a su destinatario final. Hace 20 años solo bastaba con la firma que revelaba la conformidad del recepcionista quien actuaba como juez y parte en el proceso, pero hoy eso ya no es suficiente.
En la actualidad, muchos estudios reflejan, con base estadística, que los puntos de mayor pérdida de productos o robos, se encuentran en la entrega del despachador a transportista (CD o bodega), y en el proceso de entrega de carga, del transportista al recepcionista (cliente).
En control de pérdidas, una buena práctica es la implementación de controles del proceso en la auditoria de preparación (picking), esta nos permite determinar el grado de error del preparado, así como nos permite tener visibilidad e información para poder realizar análisis causa raíz de las pérdidas y de esta forma implementar un proceso de mejora continua.
Cada vez más, las empresas de transporte de mercancía invierten en tecnología, para contar con herramientas que les permitan asegurar la correcta entrega de la carga.
El GPS es una de las herramientas de mayor demanda en la industria del transporte, para tener un control de los camiones en la ruta, pero no es una herramienta que pueda asegurar por si sola un 100% la entrega.
La disrupción de nuevas tecnologías, tales como aplicaciones, smartphones, PDA y el uso de georeferenciación, han ayudado en poder aumentar el grado de seguridad de entrega de mercadería, llegando a valores cercanos al 100%.
Si bien, eventos de pérdida de productos, no pueden ser eliminados en su totalidad, es posible generar un ambiente de control, que nos permita reducirlos a rangos más aceptables.
Para poder generar un proceso seguro y robusto de distribución, en el que se pueda asegurar que la carga preparada en cualquier centro de distribución o bodega, llega en las condiciones establecidas a nuestros clientes y que no sufrirá deterioro o intervención en la ruta, debemos integrar todas nuestras herramientas de monitoreo, generando, los controles asociados en una dirección. Demostrar que nuestra operación de preparado es consistente, que nuestros transportes son seguros, que nuestra entrega a clientes cumple con las condiciones solicitadas.
Si somos capaces de poder asegurar estos 3 puntos: preparación, transporte y entrega, podemos certificar que nuestra operación de distribución cumplirá íntegramente con la calidad y exactitud requerida y esto nos llevará a niveles menores y aceptables de posibles pérdidas.
Siempre existirán pérdidas y robos dentro de las organizaciones, el desafío es generar las trabas, controles y sanciones que permitan desincentivar o disuadir estas malas prácticas.